EUROPA RECUPERÓ LA COPA RYDER

(Buenos Aires, 4 de octubre de 2010) - En uno de los finales más emocionantes de los últimos años, el equipo de Europa se quedó con la Copa Ryder 2010, con un total de 14,5 puntos contra 13,5 de parte de los estadounidenses. Los del Viejo Continente reconquistaron, dos años después de haberlo perdido, el título de la Copa Ryder en el campo del Celtic Manor Resort en Gales, un campo construido con este torneo en mente. Europa retoma así la corona y continúa invicto en su territorio desde 1993, cuando cayó por última vez frente a los estadounidenses en una ‘Ryder’ que disputaba como local, en Inglaterra. El autor del punto decisivo para el éxito europeo fue el norirlandés Graeme McDowell, que ganó el último individual frente al estadounidense Hunter Mahan, que no pudo culminar con un éxito la reacción de su país. Estados Unidos, que había acabado tres puntos por detrás, había conseguido llegar al final con empate a 13,5, elevando la emoción hasta su cuota máxima antes del último duelo del día, que decidía el campeón de la competición.

La Copa Ryder cayó finalmente del lado de los anfitriones, en una edición atípica al finalizar en lunes por primera vez en su historia, después de que el clima obligara a modificar el programa previsto y forzara varias interrupciones a lo largo del fin de semana. “Estoy muy orgulloso. Es un momento de gran orgullo para todos en Europa. Se han esforzado al 110 por ciento y eso es todo lo que se les podía pedir”, celebró el capitán de los locales, Colin Montgomerie. Su homólogo estadounidense, Corey Pavin, mostró por su parte su “orgullo por la manera en la que los jugadores lucharon durante toda la semana”.
Los europeos habían iniciado la jornada decisiva con una gran ventaja, de 9,5 a 6,5 y sólo necesitaban cinco puntos para garantizarse el título y curar la herida de su derrota de 2008. Pero los estadounidenses consiguieron ir remontando y fueron imponiéndose en los enfrentamientos individuales, con un Tiger Woods por fin acertado, que consiguió dominar al italiano Francesco Molinari gracias a siete birdies y a un águila en un día que le devolvió su aura de figura y fenómeno. El joven Rickie Fowler, de 21 años, desempeñó un papel destacado al remontar justo al final frente al otro hermano italiano, Edoardo, consiguiendo un medio punto crucial. McDowell, elegido por Montgomerie para el último pulso por su experiencia, consiguió destacarse en el decimosexto hoyo con un birdie. En el siguiente, Mahan falló y Estados Unidos se despidió de su última oportunidad de conquistar el torneo. “Lo puse como número 12 porque tenía mucha confianza después de su victoria en el U.S. Open. Su ‘putt’ en el 16 fue increíble”, explicó Montgomerie sobre los motivos que le llevaron a reservar al norirlandés hasta el final.
Europa se ha llevado la Copa Ryder en cuatro de las cinco últimas ediciones y defenderá su título dentro de dos años, en 2012, cuando está previsto que la competición tenga lugar en el campo estadounidense de Medinah, Illinois.
Minutos antes del gran final, el estadounidense Zach Johnson había terminado con 3-2 a favor en su juego frente al irlandés Padraig Harrington, lo que ponía a ambas escuadras en 13 puntos. Entonces, todo se quedó en lo que pudieran hacer McDowell y Mahan. El comienzo de este decisivo juego el que mandó fue el europeo, al irse tres arriba en sus primeros siete hoyos. Pero luego, cometió un bogey en el 12 y pegó un desastroso tiro de salida en el 15, el corto par 4, que le significó a Mahan poder recortar a un solo hoyo la diferencia en contra. Con el medio punto que entregó Fowler, la misión de Mahan era solo empatar para que los dos combinados estuvieran en 14 unidades, lo que le daría el trofeo a los campeones defensores de Estados Unidos. Pero McDowell rodó un ‘putt’ en bajada de 15 pies de forma extraordinaria para ‘birdie’ en el 16, uno de los hoyos más complicados del campo. Cuando Mahan pasó trabajos en el 17, el ganador no tuvo ni siquiera que embocar ese ‘putt’ final. “La ronda final del U.S. Open me pareció una ronda normal con mi padre en mi club en comparación con esto”, confesó McDowell. “Muchos más nervios, más difícil. Es una sensación distinta”, agregó.
McDowell fue levantado en hombros por sus compañeros de equipo allí mismo en el hoyo 17, pero para muchos la celebración más ruidosa fue la que le esperaba a ‘Monty’, uno de los mejores jugadores de esta competencia y que llegó a su logro más importante como golfista, en una carrera llena de éxitos. Este es el triunfo más importante de mi carrera, remachó. Los europeos luego se trasladaron al balcón que daba al ‘green’ del hoyo 18 para bañarse y bañar de champaña a los aficionados, al ritmo de un cántico que los acompañó en los extenuantes cuatro días que duró el torneo: “¡Olé, olé, olé!”. “No di un solo golpe y aún así logré lo más importante en mi vida”, contó con honda emoción Montgomerie. “Es un momento muy especial para todos”, contó. Algo similar, aunque no con esa alegría, fue lo que vivieron los estadounidenses. “Estuvimos muy cerca. No logramos el objetivo, pero me voy contento porque mi equipo lo dejó todo en Gales. Estoy orgulloso de ellos”, contó el timonel estadounidense Corey Pavin.
El ex capitán y ex integrante del equipo europeo, Severiano Ballesteros, que está recuperándose en Santander (España) de sus operaciones cerebrales tras serle detectado un tumor en 2008, felicitó públicamente al equipo. “Como sabíamos, no iba a ser fácil, pero al final Europa ha sabido ganar una vez más. Me alegro mucho por Colin Montgomerie y todos los jugadores. Enhorabuena campeones!", dijo el golfista español en su página web. “’Seve’ está en su casa pendiente de cada segundo del torneo. Es una lástima que no hubiera podido venir con nosotros pero le dedicamos todo lo que hicimos esta semana. Cada uno de nosotros sabe lo que él significa para el golf europeo y para esta competencia. Le trajimos el trofeo de vuelta. Es un día especial”, anotó el inglés Ian Poulter, otro de los bastiones de esta nueva conquista. “Espero que esté orgulloso de nosotros”, comentó por su parte su compatriota Sergio García, que acompañó al equipo como capitán asistente.
La ronda final, qué contraste, se jugó en medio de una jornada primaveral, con bastante sol y mucha humedad en el ambiente. Los europeos tuvieron un furioso comienzo, pero Pavin logró contrarrestarlos con una alineación en la que balanceó experiencia con inteligencia. La estrategia estuvo a punto de funcionar. Parte del plan consistió en mandar a Tiger Woods no como uno de los primeros ni como el último, sino en el octavo juego, al lado de Francesco Molinari, al que al final venció 4-3 pese a perder los dos primeros hoyos. Por fin, luego de varios días, Woods se mostró como el jugador que realmente es, con jugadas mágicas como la que le dio el águila en el 12, una bola que metió desde la mitad del fairway. En sus últimos 15 hoyos jugó algo así como -9.
Otra figura, el californiano Phil Mickelson, por fin tuvo su desquite, al vencer al sueco Peter Hanson 4-2 en el décimo enfrentamiento del día. Mickelson había perdido cada uno de los juegos por parejas en los días previos. Pero luego, las cosas comenzaron a cambiar y la balanza se fue inclinando a favor de los europeos. Poulter, Luke Donald y Miguel Ángel Jiménez, que a sus 46 años fue el jugador de más edad en esta Copa Ryder, ganaron sus duelos, mientras que Rory McIlroy logró salvar un medio punto crucial tras cometer uno de sus pocos errores de la semana al sacarla desde la arena en el hoyo final y ayudado por un putter frío y sin aspiraciones de su rival, Stewart Cink.
Y luego llegaron las definiciones de Fowler y de McDowell para agregar un título más al cuadro de Europa en este torneo con más de 84 años de historia. “No puedo quejarme. Lo único con lo que no me voy contento es con el resultado. Fue una gran semana y mis jugadores fueron los mejores todo el tiempo”, rescató Pavin, que fue consciente que Estados Unidos perdió su mejor oportunidad de arrebatarle a Europa el título en su terreno desde 1993.

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